Una reciente campaña del Ejército de Austria sobre la posibilidad de un apagón eléctrico a nivel europeo recogida por los medios españoles ha suscitado alarma social. Autoridades y expertos aseguran que el riesgo existente es reducido y nos explican cómo está preparado el sistema eléctrico español para eventualidades de este tipo.
El debate lo ha suscitado la campaña del Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas de Austria alertando a la población para que se prepare ante un apagón generalizado de unas dos semanas de duración. Incluye un vídeo, una web y dos folletos (1 y 2). Estos materiales aconsejan disponer de elementos de supervivencia con el objetivo de “mejorar la resiliencia general de nuestra república en tal escenario” y “la capacidad de la población para mantenerse por sí misma”. Se trata de “medidas preventivas y de protección que cada individuo debe implementar en su ámbito privado”. No se pone en duda la capacidad del sistema para soportar crisis graves, sino la preparación de la propia población ante ellas, aunque sean extremadamente improbables, como es el caso del apagón europeo.
El aislamiento de España
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, haabordado la cuestión en una entrevista en La Hora de TVE el 2 de noviembre y ha descartado que España pueda sufrir un apagón así. “No estamos ante ningún escenario que nos permita pensar que esto puede ocurrir”, ha subrayado
La ministra ha destacado que “tenemos reservas” y un sistema eléctrico “moderno mallado, que funciona bien”. También ha dicho que España es “una casi isla energética, con una interconexión muy inferior a aquello que nos gustaría y que debemos conseguir con Francia”. Ribera afirma que esta situación “representa también un cordón sanitario, una barrera importante” y que “es muy difícil que un gran problema, en una gran línea de alta tensión en Europa, nos llegue a producir aquí un efecto generalizado complicado”.
Pero el hecho de que España sea una “isla energética” se considera frecuentemente una debilidad más que una ventaja. Red Eléctrica de España (REE), entidad responsable de las actividades del sector en el país, reconoce que “si se considera que el apoyo real a la Península Ibérica puede venir tan solo desde Centroeuropa a través de la frontera con Francia, el ratio de interconexión de la península Ibérica es del 2,2%” y aboga por reforzar las interconexiones españolas para dejar de ser esta “isla eléctrica”. La entidad también recuerda que, según la UE, deberíamos tener ahora cinco veces más conexiones con Europa y cree que sería necesario alcanzar el 15% de posibilidad de interconexión eléctrica en 2030.
La UE, para coordinar todos estos esfuerzos, puso en marcha en 2008 la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad, un organismo en el que figuran 43 gestoras eléctricas de 36 países, entre ellas REE. Cada dos años publica un “Plan de Desarrollo de la Red a 10 años” (Ten Years Network Development Plan, TYNDP por sus siglas en inglés), donde figuran los distintos proyectos de interconexión en desarrollo con vistas a medio y largo plazo. También publica un mapa donde puedes ver los 154 proyectos de transmisión y 26 de almacenamiento actuales.
La energía en la estrategia de seguridad nacional
La “Estrategia de Seguridad Nacional”, elaborada por el Ministerio de Defensa en 2017, dedica un capítulo a la fragilidad del país en este campo y dice que “la baja interconexión energética de gas y electricidad de España con el resto de Europa aumenta la vulnerabilidad a interrupciones en el suministro”. Esta “baja interconexión” significa que el país tiene menos conexiones energéticas con el resto del continente de las que se necesitarían para evitar interrupciones en el suministro. Es algo que hace a España menos vulnerable a caídas de otros sistemas, pero que también le impediría pedirles ayuda en caso necesario, haciéndola más dependiente de su capacidad interna.
El Informe Anual de Seguridad Nacional 2020, elaborado por 200 expertos, incluye un apartado sobre seguridad energética que también menciona esa situación de aislamiento (pág. 223): “Si se toma en consideración únicamente la interconexión eléctrica de España con Francia, el grado de interconexión con el resto de Europa se sitúa en un 2,8% respecto a la potencia instalada. Estas cifras distan significativamente de los objetivos de interconexión de la Unión Europea para el año 2020 (10%) y para el año 2030 (15%)”. El texto menciona “la importancia de una adecuada conectividad eléctrica” y también incluye como un reto la “seguridad de suministro frente a la inestabilidad geopolítica y la volatilidad de los mercados”. En la actualidad se está elaborando una nueva Estrategia de Seguridad Energética Nacional. Apunta a garantizar el abastecimiento y el suministro.
Fuentes oficiales: nula posibilidad de apagón
En una entrevista en Onda Cero el 29 de octubre, Ribera ha ofrecido argumentos contra la posibilidad de un apagón que se basan en la capacidad del sistema español y que comparten más expertos consultados. La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico describe que el sistema eléctrico español es capaz de generar “prácticamente el doble de la demanda en momentos pico” y subraya que el suministro del gas “está garantizado”.
Red Eléctrica de España asegura en un comunicado que “no existe ningún indicio objetivo” de que se vaya a producir un apagón de estas características y confirma el “elevado nivel de cobertura” que menciona Ribera, capaz de generar hasta 107 GW (giga vatios) de potencia. Esta cifra duplica el mayor pico de demanda registrado: los casi 46 GW alcanzados el 17 de diciembre de 2007. Como ejemplo, Red Eléctrica menciona la tormenta Filomena de enero de 2021, que fue una demostración de la “resiliencia” del sistema eléctrico español, ya que “no se vio comprometido y garantizó el suministro eléctrico”.
Qué dicen los expertos sobre el apagón
Pedro Linares, catedrático del Departamento de Organización Industrial de laUniversidad Pontificia de Comillas, afirma que “es muy complicado que esto pase”, ya que implicaría “que el sistema se quede sin suministro y no se hayan tomado medidas previas”. Es decir, sería necesaria “una combinación de circunstancias tan extraña que parece muy difícil que ocurra”.
Natalia Fabra, catedrática en el Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, se muestra tajante al respecto. Nos dice que “no hay posibilidades de un apagón eléctrico en España” y que “no va a haber cortes de suministro”.
Roberto Gómez, profesor de Empresa de la Universidad Europea de Valencia y experto en suministro energético, ve bastante improbable ese escenario que están planteando otros gobiernos como el austriaco. Gómez pone el acento en la peculiaridad del sistema energético español. Cree que “somos una isla que tenemos poca conexión con el resto de Europa”, lo que implica que “si el dominó de Europa se cayera, nuestra exposición está relativamente acotada”. También indica que “tenemos unos sistemas de control de la red y, si eso pasara, tenemos recursos para desconectar suministros de gran escala”.
Preparación ante un posible apagón en España
En España no ha habido una campaña de concienciación de la población como la que ha difundido el Ejército austríaco, pero sí se han realizado simulacros de una eventualidad de este tipo. En 2016, los gobiernos de España, Portugal y Francia ensayaron “una actuación conjunta ante un apagón generalizado”.
El escenario contempla que, ante un “cero de tensión” (apagón) del sistema peninsular, los tres países trabajen conjuntamente para la “activación del proceso general de reposición del suministro eléctrico, basado en ‘islas eléctricas’ creadas alrededor de los grupos de generación con capacidad de arranque de forma autónoma”.
El ejercicio, que también se realizó en 2010, confirmó según el Ministerio del Interior “la robustez y fiabilidad del sistema eléctrico español, en el que se producen escasos incidentes y limita la posibilidad de ocurrencia de este tipo de situaciones”.